lunes, 29 de diciembre de 2014

Los niveles de madurez de CMMI

CMMI está representado escalonadamente en 5 niveles de madurez, que califican a las empresas según la calidad de su proceso de producción. Estos niveles, además de por su correspondiente ordinal (del 1 al 5), se conocen por el adjetivo que los describe: Inicial, Gestionado, Definido, Cuantitativamente gestionado y el más alto de todos, Optimizado. Veamos en qué consiste cada uno de ellos.
Nivel 1 (Inicial): La organización no sigue conscientemente las prácticas especificadas en el modelo CMMI, pero de una forma u otra consigue que sus productos salgan al mercado. Supone una gran dependencia de los llamados héroes, profesionales sobresalientes que con su esfuerzo y habilidad personal sacan a la empresa del atolladero. La organización no genera conocimiento y la pérdida de estos héroes supone generalmente la pérdida de la capacidad acumulada.
Nivel 2 (Gestionado): Supone el cumplimiento, por parte de cada proyecto, de varias áreas de proceso de CMMI relacionadas con la gestión de requisitos, la planificación, la monitorización, la gestión de la configuración, el aseguramiento de la calidad, el acuerdo con los proveedores y la medición y análisis de los procesos. Se trata de asegurar que las buenas prácticas se mantengan independientemente de los vaivenes coyunturales que afecten a la organización. El conocimiento reside en la organización.
Nivel 3 (Definido): En este nivel, los procesos ya no sólo se definen de manera independiente para cada proyecto sino que toda la organización goza de unas pautas comunes. Se instaura una serie de procesos que, llevando la explicación al paradigma de la orientación a objetos, suponen la clase sobre la cual se instancian los proyectos. En resumidas cuentas, la empresa goza de una plantilla bien caracterizada que al ser aplicada a cada caso particular, genera un proyecto.
Nivel 4 (Cuantitativamente gestionado): Llegados a este punto, la organización ya no sólo gestiona los proyectos mediante procesos bien definidos, sino que además, se fijan objetivos tangibles que los procesos deben cumplir en lo relativo a su calidad, de manera que se analizan estadísticamente los procesos, propiciando una exactitud y predictibilidad, si se me permite el palabro, de la que no goza el nivel anterior.
Nivel 5 (Optimizado): En el nivel más alto de CMMI, la organización entera experimenta una optimización continua de los procesos a través de la innovación en los mismos y de las mejoras tecnológicas. Se modifican y reconducen los procesos en función de los defectos revelados durante el análisis estadístico.
¿Y cómo se le reconoce oficialmente a una organización su nivel de madurez?
La evaluación, conocida como Appraisal, del grado de madurez de una empresa es llevada a cabo por un equipo que debe estar formado, según el método SCAMPI (Standard CMMI Appraisal Method for Process Improvement), por un evaluador oficial (Lead Appraiser) formado por el SEI y por un conjunto de personas que deben haber recibido el curso de introducción a CMMI y entre las que se puede encontrar, y de hecho es lo habitual, personal de la propia organización. Este enfoque de que gente de la propia organización evalúe el grado de madurez que su empresa merece puede parecer ambiguo, y con razón. Sin embargo de una forma u otra el complejo método SCAMPI se da maneras para asegurar la objetividad, o al menos eso garantiza el SEI.
Se trata de una prueba exigente, que puede llegar a durar varias semanas, durante las cuales, entre otras cosas, se recogen y analizan las evidencias de cumplimiento de las áreas de proceso a evaluar y se entrevista a los involucrados en la organización. Al finalizar la Appraisal, el evaluador emite un informe que debe ser confirmado en Estados Unidos por nuestros amigos del SEI.
Conclusiones
En resumen, CMMI, y más concretamente CMMI for Development, puede ser un estupendo modelo para la mejora de procesos en una empresa, si es que esta organización se adecúa al modelo, es decir: la organización persigue la mejora real antes que la certificación, está dispuesta a asumir el elevado coste que conlleva la implantación y evaluación y su tamaño y características evitan que CMMI suponga una elevada carga adicional a los proyectos

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